lunes, enero 30, 2006

La Fée Verte

Mis primeras experiencias con el Absinthe fueron literarias. Los románticos del S.XIX lo tomaban para incentivar la creación y también escribían mucho sobre él y sus efectos en la psique del artista. Baudelaire, Edgar A. Poe, Oscar Wilde entre muchos otros lo consumían profusamente. Hasta dicen que ayudó a van Gogh en su decisión de cortarse la oreja. Como nací muy tarde en la historia me perdí de la diversión y tuve que deformar mi mente con sus lecturas para enterarme así de las virtudes del ajenjo.

Existe la leyenda que un hada verde habita en la botella de Absinthe, y que cuando se ha bebido lo suficiente uno puede verla. Esto quizás se deba a las propiedades alucinógenas que se le atribuyen a este licor destilado del anís y otras hierbas y también a su alto gradaje alcohólico que fácilmente alcanza los 80º (un whisky escocés llega a 40º).


Todo el asunto del hada verde puede sonar a cuento, pero medio mundo la ha visto.

Quienes vieron la película Moulin Rouge seguro recordarán la escena donde Kylie Minogue sale de una botella vestidita de hada bailando can-cán. Bueno, esa era una botella de Absinthe, pues es harto conocido que Touluse-Lautrec era habitual a ella. La presencia de la famosa fée verte también ha sido referida en numerosas obras, incluyendo la del irlandés Bram Stoker, señalando al mismísimo conde Drácula como aliciente consumidor de la espirituosa bebida.





Quien me inició en el consumo Absinthe fue mi hermano Reaño. Desde España me mandó mi primera botella de Absenta Ferri de 50º. Debo admitir que en un inicio me desilusioné pues bien sabía como dije más arriba, que el Absinthe alcanza fácilmente los 80º grados alcohólicos. Pero como Reaño me decía, esa era una botella de entrenamiento y él me guiaría -aún a la distancia- cual Virgilio en mi recorrido por el país feérico.

Una de sus primeras recomendaciones fue "no la tomes de pico", cosa que desobedecí en el acto apenas tuve la botella verde entre mis manos. Acompañada a esta vinieron una serie de instrucciones escritas con los más difundidos rituales de consumo de Absinthe. Los realicé todos aunque no pude conseguir azúcar en cubos para ejecutarlos al pie de la letra. Igualmente me ocupé de trasgredirlos todos.

Me acuerdo que reemplacé el agua del ritual de la absenta con pisco. Los mezclé. No soy químico para saber con certeza si el gradaje alcohólico resultante de la combinación es la sumatoria de los 40º del pisco y los 50º del absenta, pero lo que sí me consta era que tenía en mi vaso el equivalente bebible de la nitroglicerina. Me lo bebí en 3 sorbos (imposible menos) y me senté en mi sofá en estado contemplativo.

Entonces la vi. Juro que la vi revoloteando en mi delante.

La Fée Verte. No sé si fue sugestión mía o una ridícula alucinación, pero como comentaba mi novia en su blog cuando le conté mi experiencia, vi a la famosa hada verde vestida de ñusta, misma hada tours (aunque no bailó huaylas), y así revoloteando me hizo seguirla hasta que se metió en el televisor. De ahí no me acuerdo.

Después no la volví a ver. Aunque en ocasiones posteriores dediqué esfuerzos a terminarme la botella en compañía de mi linda hada haciendo los más inusuales sacrilegios a los rituales que de seguro generaron inexplicables convulsiones en mi hermano Reaño haya en Europa, no se apareció.

Y ese fue el comienzo. Otro día les cuento lo demás.

viernes, enero 27, 2006

una porción de la locura

por 14 meses de mi vida
amándote hasta la muerte;

demencialmente.

:: mato por ti ::

Gracias Theophilus

Hoy se cumplen 250 años del nacimiento de Mozart (1756-1791). Algunos se habrán enterado por la carátula del google y otros ni siquiera se preguntaron que rayos significaban los dibujitos que siempre que sucede algo extraño en el mundo la gente del famoso buscador en su logo suele homenajear. Yo me enteré hace algún tiempo, pero de pura casualidad también.

Muchos habrán visto la excelente película de Milos Forman, Amadeus. A través de ella habrán conocido detalles interesantes de la excéntrica vida del genial compositor. Lo que poca gente sabe es que muchos de esos detalles son en realidad apócrifos (la película está basada en una obra de teatro, no en una biografía) y que el célebre músico ni siquiera se llamaba así.

En efecto, Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart jamás se llamó Amadeus. Lo cierto es que firmaba algunas de sus cartas con el sobrenombre “Amadé”, pero era más o menos como su nick del Messenger, y también es cierto que usaba varios otros.

Pero no busco desprestigiar a Mozart que es imposible. Mucho menos en su cumpleaños. Adoro su música y no porque crea que escuchándolo me voy a volver más inteligente. Sino que me maravilla como sus composiciones son como pequeñas melodías juguetonas que se entremezclan entre sí y de esta manera forman una gigantesca y magistral pieza que lo sobrecogen a uno.

Como su famoso Réquiem, todo un monstruoso himno hacia el Padre Altísimo, la más formidable y devota ofrenda de su hijo Amadeus, cuyo real sentido es “amor a dios”. Es demasiado, hardcore puro, en re menor. Y aunque prefiero a Beethoven, hoy y de esta forma quiero recordar y homenajear al más grande de los músicos – escucharé todo el día su Réquiem y si alguien me pide bajar el volumen, lo golpearé.



Finalmente debo confesar que esta sea quizás la única vez que celebre su cumpleaños, ya que nadie jamás se acuerda del aniversario 251 o los que siguen y sinceramente para el número 300 no pienso ir.

miércoles, enero 25, 2006

Bon Appetit

Hoy fui a comer al restaurant de las señoras checoslovacas. Ahí cocinan rico y son muy amables.

Cuando llegué estaba lleno así que esperé tranquilito en la puerta hasta que se desocupara una mesa. Ya había visto una donde un señor ya iba a terminar. Pero detrás mío se abalanzó una mujer fea, desconsiderada y fea (la redundancia es intencional) y le dijo al señor, “¿Puedo sentarme hasta que termine de comer?” El tipo asintió y la mujer se sentó.

Afortunadamente otra mesa se liberó y me senté. A mí no me molesta comer sólo. Es más, lo prefiero mil veces a comer con desconocidos o con gente que me cae mal. Como el restaurant estaba lleno no pasó mucho hasta que una pareja de horribles me preguntó si podía sentarse en mi mesa. Yo nunca hago eso, jamás molesto a nadie sentándome en su mesa ni incomodándolos con la pregunta. En todo caso me siento sólo en la barra donde las checoslovacas me dejaron comer el otro día sin molestar.

Sin embargo, como el Dr. Hannibal Lecter dice, la descortesía es una cosa absolutamente intolerable. El lugar estaba lleno, así que asentí y nos dispusimos a comer alegremente los tres.

Fue terrible.

¿Les dije que no me gusta comer con desconocidos? Pensé que todo iría bien mientras no tuviera que mirarlos ni pensar que existen o que estaban ahí. Hasta que trajeron el pan y me di cuenta que los tres panecillos estaban juntos en un sólo plato.

Obviamente que ni siquiera toque el mío.

Terminé mi comida en silencio. Con un cortés “provecho” me levanté rápidamente y me fui a pagar la cuenta. Ni siquiera esperé a que me traigan el pequeño postre que suelen servir. La checoslovaca seguro que se dio cuenta que no toqué el panecillo al recoger mis platos. A la hora de darme el vuelto junto con mis caramelos de fresa de cortesía me dijo: “No hais esperadou tu postrre, ¿quierres una cocado o un alfajor?”

Un alfajor –respondí.

La checoslovaca sonrió y me entregó la pequeña bolsa con dos alfajores dentro.


lunes, enero 23, 2006

La pantalla lúcida

Ayer mientras leía los blogs de algunas personas que suelo leer no pude evitar acordarme de Roland Barthes. Lo que me gusta de este filósofo es que sus lecturas de la realidad no suelen estar cargadas del rigor academicista que a algunos torpes les encanta. Lo malo es que a veces cae en la trampa de volverse un crítico probablemente demasiado subjetivo.

Pero eso no importa, lo que recordé de él fueron mis lecturas de “La cámara lúcida” uno de mis primeros textos universitarios de facultad. En uno de los capítulos habla de la fotografía no sólo como una mera representación coherente de la realidad sino como lo real (¡tamaña afirmación!).

Era bravazo, porque explicaba como -en un principio- la fotografía funciona como mímesis de lo real en el momento que esta es elaborada por el fotógrafo. Ya que si bien la fotografía puede darnos una imagen mucho más clara del mundo que la que nos da una pintura o un dibujo; es el fotógrafo quien la construye al elegir los encuadres, el enfoque, la óptica empleada, el decorado, la iluminación, el tipo de revelado, etc. y de alguna manera sólo vemos lo que este quiere mostrarnos.

Pero hay dos cosas que escapan de la mano del fotógrafo. La primera es bastante obvia, la lectura del espectador. Si bien el fotógrafo puede dirigir la lectura con la aplicación de su técnica, esta siempre será imprevisible y variará según quien la mire.

La segunda cosa que escapa del fotógrafo es menos obvia y es para mí la más interesante. La intención comunicativa del fotografiado.

En efecto, el fotografiado también pone algo de su parte que no siempre está en manos del fotógrafo controlar. En el libro, Barthes ejemplifica con la serie de fotografías que le realizó a su padre poco antes de su muerte. El autor notaba que en esas imágenes de su padre había “algo” que escapaba de su manejo técnico controlado. Algo que definitivamente ponía el fotografiado, lo que este quería proyectar en su imagen de la fotografía.

No hay que leer un libro para darse cuenta de esto. Cuando nos toman fotos cada uno de nosotros hace lo propio, algunos se ponen en lo que consideran su mejor ángulo u otros miran hacia otro lado sin mirar a la cámara. Todos queremos proyectar una imagen a través de la imagen.

Claro que por lo general a casi nadie le gusta el resultado de las fotografías donde uno sale y termina diciendo “en esa salgo horrible” casi al mismo tiempo en que otro dice “oye saliste igualito” y es que en ese momento confluyen las otras dos intenciones, la que puso el fotógrafo y la del que observa la fotografía.

Es así como la fotografía se vuelve “lo real”, mediante esta simbiosis de intencionalidades. Claro que hay muchos otros factores que influyen en el resultado percibible de la imagen y que muchas veces escapan de la intencionalidad de los implicados, pero junto con esta serie de contingencias es como se construye lo real.

Me acordé de todo este rollo cuando leía los blogs porque lo asocié a lo que este medio de comunicación es y representa.

Claro que al hacer el paralelo se podría decir que fotógrafo y fotografiado son casi los mismos personajes. Al menos en los blogs personales así funciona. Quien construye el blog no solamente construye una imagen de sí mismo a través de lo que escribe, sino como lo hace y hasta en que tipo de plantilla escogió para su blog, como la personalizó y hasta en las fotos que le pega a sus post.

Las lecturas también cambian. A diferencia de las fotografías, el creador del blog puede editar su texto una vez ya publicado y hasta modificarlo para cambiar incluso su intencionalidad inicial o hacerla más clara para sus lectores según el mecanismo de retroalimentación establecido.

Pensar esto es bastante elemental y no es ningún descubrimiento. Tampoco lo es decir que más allá de la intención comunicativa que tuvo el creador del blog y de la foto de sí mismo que puso en su perfil o de lo que puso sobre él en este, está bastante fuera de su control las lecturas que se tendrán de su imagen de lo real.

Es cierto que algunos dicen que postean porque quieren poner lo que se les viene en gana (como yo) o sin muchas pretensiones, o para que sea leído sólo por sus amigos y prefiguran cierto rasgo de autenticidad a lo que escriben, pero eso es el equivalente a decir en esa foto salgo horrible cuando es evidente que al utilizar este medio de publicación hay de por sí una intención comunicativa implícita que conciente e inconciente busca ser aceptada.

Toda esta explicación puede resultar bastante obvia. Es obvio que quien escribe en un blog lo hace por algo y que además el lector tendrá su propia interpretación de lo que lea de acuerdo a sus propios condicionantes y a otras variables que escapan del emisor y del receptor. A eso no quiero llegar, así estas cien mil líneas me las haya pasado hablando de lo mismo.

A lo que quiero llegar es a lo real. Cuando posteas algo que piensas que es (o te hace) chévere o cuando te describes a ti mismo en tu perfil. No tienes el control, no creas que la gente que te lee ve lo mismo que crees proyectar. Quien te lee también te determina a ti.

Lo peor de todo es que eso es lo real y lo más probable es que salgas horrible.

aviso de servicio pútrido

A raíz de las últimas cartas, comentarios, mails, llamadas, telegramas cantados y demás comunicaciones recibidas la semana pasada me tomaré la molestia en contestar:

NO, NO SE ME HA PASADO NI TAMPOCO LA HE DISCULPADO Y ESPERO NO TENER QUE ENCONTRÁRMELA EN EL INFIERNO.


Esta es la última comunicación oficial en la que me pronuncio al respecto.

viernes, enero 20, 2006

Soy un condenado disperso

Debería estar trabajando pero estoy escribiendo esto.

Llenando el estúpido blog. Mirando los colores de la oficina que me rodean y me atacan, pensando estupideces, escapándome por la ventana. Cuando era niño mi papá me paraba diciendo que yo sólo pensaba en naves espaciales y se burlaba de mí remedándome píufff…píufff! decía, parafraseando los sonidos que emitía mi estación cosmonauta y mis rayos láser.

A veces me gustaba que lo dijera. Así sentía que él también pensaba en rayos y naves espaciales. Pero no que me remedara ni que a todo le pusiera el mismo sonidito …píufff!

Poco después empezaron a darme un tónico para la atención. No me acuerdo su nombre pero sí del frasco de vidrio color botella de cerveza y su etiqueta anaranjada. Sabía a mierda. Yo pensaba que me lo daban porque era tonto.

Igual me lo tomaba pero igual también lo escupía en el jardín esperando crear una raza de chanchitos superiores.


Las cosas no mejoraron en el colegio. No ayudaba que me saliera del salón sigilosamente sin pedir permiso y sin motivo alguno: “Joaquin! What happens to you?!”

–este…Miss?…er.. may I go to the bathroom?!!

Pensaba rápido, eso sí, y salía corriendo y no volvía hasta mucho, mucho después. Además, mi mamá me había enseñado ya todas las cosas que te enseñan en el colegio antes de entrar. En primer grado yo ya sabía leer, escribir, sumar, restar y muchas más cosas. Mientras todos los demás estúpidos sufrían por aprender dos-y-dos-son-cuatro y cuatro-y-dos-son-seis mi mamá ya me estaba enseñando a multiplicar.

Cuando me cambiaron de colegio fue peor. Me hicieron repetir un año porque el dichoso colegio era “experimental” y yo “tenía que adaptarme”. A mis viejos les importó un carajo porque no había ningún problema con mi edad; yo había empezado en el anterior colegio un año antes de lo previsto y ahora estaría con niños de mi edad. Pero yo ya estaba adelantado y encima tuve que hacer dos veces el segundo grado.


Me aburría a horrores. Pero eso me permitió descubrir más cosas bonitas que no existían en mi salón. Me daba tiempo no sólo para pensar en naves espaciales sino que ahora también podía dibujar monstruos, tentáculos, ojos invasores de cerebros y máquinas-locas-licuadoras-de-muñequitos-animados-en-la-esquina-de-mi-cuaderno. Me distraía mucho, pero es que en el colegio no había nada que aprender.

Con el tiempo, de puro distraído dejé de pensar que era tonto. Pero ahora no quiero seguir distrayéndome con eso y me voy a poner a trabajar.

jueves, enero 19, 2006

Rammstein - Du riechst so gut



La locura
Es tan sólo un puente estrecho
Las orillas son el instinto y la razón
Yo subo hacia ti
La luz del sol confunde el espíritu
Un niño ciego que avanza arrastrándose
Porque olfatea a su madre



La huella es fresca y en el puente
Gotea el sudor, tu sangre caliente
No te veo
Sólo te huelo, te siento
Te percibo desde muy lejos



Hueles tan bien
Hueles tan bien
Voy detrás de ti
Hueles tan bien
Te encuentro
Tan bien
Hueles tan bien
Enseguida te tendré



Ahora te tengo
Yo espero hasta que esté obscuro
Entonces toco la húmeda piel
No me traiciones
Oh tú no ves el puente arder
Escucha los gritos y no te defiendas
Porque de lo contrario se romperá en pedazos



Tú hueles tan bien
Hueles tan bien
Voy detrás de ti
Hueles tan bien
Yo te encuentro
Tan bien



Yo subo hacia ti
Hueles tan bien
Enseguida te tengo
Hueles tan bien
Hueles tan bien
Voy detrás de ti
Hueles tan bien
Hueles tan bien
Te encuentro
Tan bien
Te tomo





Hueles tan bien
Ahora te tengo
Hueles tan bien
Hueles tan bien
Voy detrás de ti

martes, enero 17, 2006

Mean Creek - Río maldito



El fin de semana vi esta película. El argumento sencillo. Unos mocosos deciden darle un pequeño escarmiento al grandulón abusivo de la escuela, pero las cosas se salen de control y terminan matándolo accidentalmente.

El mocoso era un hijo de puta cabrón como para romperle la cara a golpes, pero también descubrimos que era un chiquillo con algunos problemas de aprendizaje y con una sensibilidad oculta para el resto. Lo mismo podemos decir del resto de protagonistas; todos tienen un secreto bajo la superficie. Y tomando a modo de metáfora el río donde se suceden los acontecimientos, los personajes son arrastrados contra su voluntad por esa corriente subyacente. Esa analogía me pareció genial.

También me gustó como estuvo filmada, sin muchas pretensiones esteticistas, pero con una fotografía que a pesar de estar moldeada fríamente, nos llevaba con tranquilidad y destreza por un sinuoso recorrido de sensaciones.

Respecto al resultado final de la película no sé que pensar. Al final, la última frase pronunciada por uno de los protagonistas era: “si no sabes que pensar, entonces no tomes decisiones”.

Eso es lo que me sucedió. No puedo tomar una decisión al respecto. No sé que pensar, y tampoco sé que sentir. Quizás un hueco, de repente un río. Quizás esa corriente me arrastre con mis propios secretos. Si ese era el propósito, lo logró. Véanla.

Epílogo a una crónica de infamia

-ER..URR… NO NO TENGO ENCENDEDOR BRODER PERO TOMA MI FALLO!

Al menos el idiota sirvió para algo. Siempre que prendo un cigarrillo con el de otro me cuido de encenderlo bien porque es recontra incómodo volver a pedir fuego sabiendo que no hay encendedores cerca. Mi truco es soplar bien mi pucho; me da asco pensar que a través de ese ligero toque pueda estar sorbiendo algo que ha estado en contacto con el sucio aliento de un desconocido. Soplo bien mi cigarrillo y aspiro fuerte, pero esto último en el aire.

Otra cosa que hago es tratar de encenderlo bien por todos los bordes. Detesto que queden “cachos” y a pesar de que no creo en el significado atribuido a esas cojudeces, también soy un tipo atento a las señales con las que el destino se burla de nosotros… y prefiero no darle ese gusto. Estoy pensando en eso y veo de repente a una de las amigas de Evita deslizarse entre la gente.

A ella no la veo pero su olor ya debe de estar. Mientras esté probablemente dando la vuelta de rigor por el local, su olor debe estar ya reptando por las paredes, arrastrándose por el suelo, esquivando cuerpos, brazos, piernas, escurriéndose por todo el lugar hasta llegar al rincón donde me encuentro fumando un cigarrillo, hasta encontrarme.

Pero eso no sucede.

No me ha visto, su olor se ha marchado. El destino se vuelve a burlar de mí contrariamente a todas mis precauciones. A pesar que me quedé muy quieto en mi sitio esperando que su olor me atrape y me devore, que me haga olvidar la cólera, que me desaparezca. No me ha visto, ni yo a ella.

Permanezco inmóvil… por inercia. En mi estatismo algo se está moviendo a carcajadas. Es el destino riéndose de nuevo, el celular vibrando en mi bolsillo. Es ella, está afuera. Salgo. Es ella. Está con una amiga; insubstancial detalle. Es ella. La beso. Me abraza fuerte con todo su olor. Me traga con su efluvio y con sus labios. La quemo con el cigarro.

Escucho una última risa del destino alejándose. Ha terminado por hoy conmigo y se adentra en las entrañas del oso a buscar otra víctima.

Nos metemos también siguiéndole los pasos, pero perdiéndonos en la espesura. Bailamos en la oscuridad. Ella aleteaba de la misma forma en que hizo que mi cuerpo se enamorara del suyo la vez primera. Yo he recobrado mi fuerza.

Esa misma noche pepearon a Alicia y sus heroicos ángeles guardianes la salvaron de los arrebatos del mal. Es curioso, pero el destino tiene diferentes bromas para cada uno y escoge de sarcástico modo a sus víctimas. No me alegro por eso. Sólo pienso que a veces las cosas suceden por algo.


Horas más tarde dejo en su edificio a mi hada. He sido devorado y desaparecido por sus irresistibles emanaciones mientras la embriaguez y sus vapores hacen lo propio con mi espíritu. Me quedo hasta que ya es hora de irme. Es sábado.

Pero esta vez, sólo soy yo el que sonríe.

lunes, enero 16, 2006

Esta sí es una crónica de infamia

Viernes. No me han pagado. No importa aunque pensé que lo harían. Voy dos semanas en este trabajo y todavía no sé si me pagan en quincena o a fin de mes. Nunca pregunto esos estúpidos detalles, pero bueno ya dije, no importa.

Me encuentro con Evita.Tomamos un café y nos comemos algo por ahí. Paso el tiempo con ella, me gusta como huele. No me importa tener que agacharme para olerla, huele delicioso. Si me canso de agacharme la subo a algo, si no, la cargo.

Caminamos por el mundo, comemos malvaviscos y tomamos una cerveza. El plan es este: ella parte donde sus amigas más tarde, hacen sus previos y nos encontramos luego en el oso. Yo mientras tengo que hacer tiempo con alguna gente. Hoy llegó el Reaño de Madrí, pero está muerto y no se mueve. Llamo a Mark, mala voz se largó a la playa. Alicia sí está, queda en llamarme a las 10. Me quedan un par de horas con mi novia antes que parta donde sus amigas y se lleve su olor.

Seguimos caminando por el mundo y llegamos hasta la casa de Alicia a esperar que me llame. Llega la hora y embarco a la novia en el taxi. Como son más de las 10 y no me llama, llamo a Alicia. No está en su casa sino donde su vieja “todavía no me estoy moviendo” me dice. Le digo que son más de las 10 que estoy debajo de su edificio que la espero. Me la hace larga hasta que se corta la llamada. Voy a cambiar monedas, vuelvo a llamar y no contesta.

Decido quedarme a esperarla.

La luna llena es una magnifica acompañante. Me quedo mirándola largo rato hasta que me animo a cantarle desafinadamente viejas canciones de sui generis mientras me acurruco en una banca verde. El sonido de las combis ensordece mis entonaciones por lo que decido cantar aún más fuerte.

Llamo a Alicia con intervalos de media hora. No contesta, algo habrá pasado me imagino, pero también imagino que tendrá que volver a su casa o por último devolverme la llamada perdida. En el edificio me informan que no ha llegado. Son las 12 de la noche, he estado esperando casi 2 horas debajo de la luna y por más magnífica acompañante que sea, no me sé más canciones de sui generis.

Me voy al oso. Quedé en olerla ahí a eso de las 12 y media. Si algo ocurrió en la casa de Alicia imagino que me contará después.

Llego al toque. Aún no ha llegado Evita ni sus amigas. Se suceden los típicos encuentros con viejos desconocidos. Decido apartarme mientras avanzo con una cerveza. Un sujeto me dice: “EY KE CHEVERE BRODER TE LA VAS TOMAR TU SOLO?”

–claro idiota, ¿tienes encendedor?

En eso la veo llegar. ALICIA. Ahí estás con la grandísima puta de tu amiga y su enamorado el grandísimo estúpido. Me siento el tipo más pelotudo de la historia por confiar en ti y en tu palabra. sabes muy bien por qué y no voy a ponerme a explicarlo; al verte llegar me quedo bien claro que y quienes son lo más importante para ti, mi propia hermana. En todos estos años que te conozco nunca me habías ofendido tanto. Si estás leyendo esto, pues has de saber que TE CAGASTE CONMIGO.

jueves, enero 12, 2006

The Power of Dreams

Este fue el ganador del Grand Prix en la categoría Media Lions del Festival de Cannes 2005.



y luego me piden que despierte.

miércoles, enero 11, 2006

Gratis - Babasónicos

Me estiré para alcanzar
una porción de la locura
y así traer
lo que a vos te es invisible
lo que nunca percibiste
lo que bajo tus narices
nunca entenderías.

Y conoce
que la vida no termina
donde vos lo ves
ser así no cuesta nada.

Mi viaje sin humildad
al corazón de la basura
lo hice por mi
como me sobra reparto
no me guardo el secreto
y te convido con palabras las mil maravillas.


Y conoce
que la vida no termina
donde vos lo ves
ser así no cuesta nada...




:: este post es para mi mujer evita ::

martes, enero 10, 2006

He estado leyendo mi blog y me he dado cuenta de algo



Cuando lo hago, la voz en mi cabeza que lo lee lo hace remedándome. Encima con una vocecita que suena “ñamñamñamñam, ñamñamñam ñamñamñam ñám” y la odio. Tanto que voy a agarrarla a golpes:

-TOMA MIERDA, TOMA, TOMA, TOMA!

PUM! ....PUM! PUM! PUM!

-SIGUES AHÍ? TOMA MÁS!, TOMA ESTO!

PUM! PUM! PUM!

-Y OTRO MÁS! TOMA RECARAJO, TOMA, TOMA , SACA LA MANO MIERDA, TOMA!

PUM! PUM! PUM! ....PUM!


AHORA PÁRATE IMBÉCIL, LARGO, LÁRGATE! NO KIERO VERTE (oirte) MÁS POR AKI KE TE PARTO EL ALMA; FUUEHRA MIERRDAH!

PUM!


ahhggg lo siento, es que no quiero que si ustedes oyen también la vocesita esa piensen que me estoy hablandando.

lunes, enero 09, 2006

Hablando de romper



Me tiré a la piscina
y había un filtro en el fondo,
gracias a mi certera puntería
con el dedo le dí
y sonó “CRACK”.
Pero debajo del agua
los sonidos no suenan
igual
y sólo sonó “gloac”
Me dolió esa mierda
se me hinchó.
Pero como soy bien hombrecito
me aguanté el dolor.
Ahora tengo dos dedos gordos en una sola mano
Y me divierte tener una mano mutante
pero no me duele tanto,
sólo cuando kiero hacer un puñete
o cuando lo muevo para jugar.
Tampoco me he puesto yeso ni una venda ni nada
ni he ido para que me lo vea
mi papá
(que es doctor).
Sólo voy a esperar
a que se pegue con el sol
y si me sigue doliendo
ya solito se me pasará.

jueves, enero 05, 2006

A raíz del estupido blog de Alicia tuve esta reflexión:



¡Me encanta romper!

Romper es algo no solamente divertido, es mucho más, es algo liberador, de naturaleza catártica.

Pero esa inclinación por la destrucción no me corresponde sólo a mí, muchos espíritus destructores (como me decía mi papá) lo comparten conmigo. Acaso no forman parte del imaginario popular frases como “te voy a romper la cara”, “te rompieron la boca”, “me rompí el coco con esto”, “rompan filas”…o cuando alguien se nos pasa de listo, acaso no “le rompemos el kiosco” y así ad infinitum…

El acto ROMPER algo, no desmenuzarlo ni desarmarlo, sino la destrucción persé es un acto de liberación del alma con alcances que van mucho mas allá de lo que supusieron los afeminados griegos con sus tragedias y sus dramas. Quien no lo crea que le tire una patada a su monitor en este momento y entenderá a que me refiero.

No, no fue casualidad aquella épica noche en que el espíritu de la destrucción se posó en el centro del universo y me hizo recitar la noble máxima por vez primera frente a mis bienqueridos camaradas:

ROMPAN!!!!!!

Iba a escribir

Acerca de ser un niño grande
Pero me confundí
Y ya no quise hacerlo
Y como nadie me puede decir nada,
Sólo escribí esto.
Lalalalalalala lala lalalalala. Lalalalalal, lalalala lalalala.
Lalalalalalala lala lalala la lalalalal.
Lalalalala la lalalala lala lalalala lala: LA-LA-LÁ.