desaparecer
sin embargo no pude evitar irme con una ligera mueca en la cara. no es que la obra no me gustara, al contrario, muy buen puesta y todo, pero me hizo reparar en algo que en este tipo de historias siempre pasa.
no era que cambiaran la historia original de drácula, es más, estoy acostumbrado a que esto siempre suceda. pero no era eso, conozco bien el libro y aunque siempre lo tergiversan eso no significa que no hayan buenas obras. pienso en el nosferatu de murnau, o el de herzog con el magnífico klaus kinsky, los clásicos con cristopher lee y hasta la ya-no-tan-reciente bram stoker´s dracula, de coppola; que se jacta de ser la versión más fiel a libro y que en realidad dista mucho de lo que escribió el famoso escritor irlandés.
en consecuencia, la historia se reduce a persigan al monstruo y como el imbécil enternadito de jonathan harker no puede luchar por su mujer él solo, se las ingenia para conseguir ayuda de ese vejete excéntrico (profesor, doctor, action-hero?) van helsing. ah! nosferatu, vampiri! dracul! denle caza, él es la encarnación del mal, blah blah blah. resultado, el vampiro siempre pierde y al final desaparece.
me gustaría una historia que acabara diferente. una historia donde ganaran aquellos que se enamoraron una vez y que son malvados con corazón. ya sé que para eso los libros de anne rice son buenísimos, he succionado con avidez la mayoría de sus crónicas vampíricas. pero yo me refería al clásico de clásicos, al viejo conde del castillo en transilvania, al mito de nombre raro, al fiel guerrero de la orden del dragón, al hijo del diablo, nuestro bien querido y único draculea.
pero bueno, uno se va acostumbrando, el imaginario popular y sus historias nos conducen de la mano por el camino iluminado de lo que es y de lo que será. no importa cuanto queramos, no podremos cambiarlo. estamos malditos, somos predadores perseguidos, condenados a observar desde la sombras y a alimentarnos furtivamente.
al final no nos queda otra que desaparecer.
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