eso me pasa por bocón. ¿recuerdan que hace poco les decía que yo no quería ayudar a las viejas a cruzar la calle? pues bueno, me venía caminando al depa con mis lentes gigantescos y escuchando mi música infernal en el diepod y en eso una viejecita me pasó la voz haciendo un movimiento extraño. me detengo y me volteo a verla ¿que querrá la vieja loca? la miro y había algo raro en ella, me quito las gafas para verla mejor y carajo, tenía un sólo ojo.
quize dar un salto hacia atrás pero reaccioné demasiado tarde. la vieja me agarró del brazo en el aire y comenzó a mover los labios inaudiblemente como soltando un conjuro maléfico, mientras yo escuchaba cantos que a mi juicio provenían del mismísimo infierno.
aaah diosito prometo que no vuelvo a escribir más cojudeces en mi blog!
no pasó mucho hasta que me di cuenta que los infernales cantos provenían de los headphones y que no oía los conjuros maléficos de la vieja precisamente porque estaba con los audífonos puestos. me los quité y recién pude oir decir a la viejecita: ¿me ayudás a cruzar la pista, nene?
maldition, ahora resulta que no soy el némesis del mal, sino el nene...
la verdad es quize negarme y salir corriendo. en fracciones de segundo vi las caras de todos mis hermanos burlándose de mí si se enterasen que ayudé cruzar a la viejecita. dirían que he perdido mis súperpoderes, que mi angelito malo ya no es tan malo y que el más malo ya se ablandó. sería la burla de mi clan, el omega de la especie. el último al que se le permite comer la carne.
damn.
pero no pude escapar. la vieja me miraba con su único ojo como hipnotizándome. me sentía como aquel personaje del cuento de allan poe, el gato negro. fascinado ante la contemplación de su vacía cuenca que se me presentaba como un portal hacia el mal y hacia terrores indescriptibles, una cuna de profundas oscuridades a las que el hombre sensato jamás se atrevería a entrar.
-bueno vamos, le dije.
-por estar andando con esas cosas en la cabeza no escuchas. asentí pero no respondí nada. si una nena linda quiere decirte algo bonito tampoco la vas a escuchar. si pasa una nena linda créame que la voy a mirar oldwoman, pensé y le sonreí. terminamos de cruzar la calle y me dijo, -yo no me casé hasta los 60 años. ahí sí le respondí -¿tanto tiempo se estuvo divirtiendo? la señora se sonrío y me miró con su ojo tuerto (estoy seguro que podía mirar por ahí). -Sí, un poco.
me contó que se casó con un tipo de 83 años. ella no quería, había sido su amante durante años y ya había pasado mucho tiempo. ella no esperaba nada ya, estaba tranquila. al cumplir los 60 el señor le dijo que si se jubilaba se casaba con ella. así que ella como ya no tenía más que hacer aceptó y solucionó los dos trámites en el mismo año. -ese mismo año el señor también se enfermó y al final se murió. pero bueh, me quedé con el departamento.
echamos una carcajada y seguimos andando. demonios, aquella señora era el mal. pero no era tan malo después de todo llevarla del brazo. de la nada me preguntó si yo también me estaba divirtiendo en buenos aires. un poco le dije, sorprendido por el retrueque y su lucidez mental. luego comenzó a hablarme de un montón de cosas que no les voy a contar.
la llevé del brazo y charlamos durante varias cuadras hasta que la dejé junto a la rampa de un supermercado. si se rueda la vieja no la conozco, pensé. bah, es lo mismo de lo que ella y yo habíamos estado hablando. la verdad que fue malísimo caminar con la señora esa. me despedí de ella y procuré no mirar mucho su ojo maléfico que estoy seguro revelaría mis intenciones. no, no pienses en darle un empujón. haz aprendido mucho hoy, faxx.
al final sólo le guiñé un ojo y pensé:
hasta pronto, oldlady. nos vemos en el infierno.
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