lunes, febrero 06, 2006

American Psycho

Hace poco vi recién esta película. No lo hice en la época de su estreno porque pensé que sería una estupidez más de pura sangre gratuita, y aunque me gusta el gore estoy cansado de algunos cliché que malogran el género. Años después oí que la película era una obra maestra y que valía la pena, así que me compre el dvd y me senté a verla.

La verdad que resultó muy buena. No tanto como para convertirse en imprescindible pero sí que me gustó. Empezaré diciéndoles que la película es la adaptación del libro homónimo de Bret Easton Ellis.

En su momento la película causó cierta polémica pues el best seller fue considerado por un famoso asesino de la época como “su Biblia “y hubo mucha gente que se opuso y que fregó la pita por considerarla un apologético a los serial killer.

Luego David Cronenberg quiso hacerse cargo del proyecto pero hubo muchos otros problemas para su realización, incluso Leonardo diCaprio fue en un momento el actor elegido por los estudios, que asco. Afortunadamente se superaron todos estos problemas y aunque siempre nos preguntaremos como lo hubiera hecho el genial de Cronenberg, nos queda el consuelo que también largaron al paparulo de diCaprio y eligieron al excelente actor Christian Bale para interpretar al asesino Patrick Bateman (después haría de Batman).

Lo extraordinario de la película no son las muertes, que son tratadas con mucha sutileza y hasta diría yo, elegancia. Sino la representación de un mundo de apariencias, ambientado en la esfera yuppie de Manhattan de fines de los años 80. Un mundo lleno de superficialidades donde sus personajes hacen todo lo posible por calzarse una máscara ante los demás, condicionada por quien luce mejor, quien consigue una mesa en los mejores restaurantes, quien tiene la mejor tarjeta de presentación, quien es la novia de quien, etc. etc. pero donde nadie se conoce realmente.






Debajo de esta máscara de apariencias se encuentra Patrick Bateman
.

Pero Patrick Bateman no es un pobre miserable. No tiene un horrible pasado que lo vuelve así. Nadie le pegó de chiquito. El filme nos da una serie de pistas acerca de él: su padre es dueño de una gran empresa, estudió en Harvard y es un ejecutivo exitoso que no hace absolutamente nada. Aunque en algún momento bromea sobre el divorcio de sus padres, no es su historia personal la que lo convierte en homicida (o al menos el filme ni el libro lo aclaran), sino precisamente el encontrarse en este mundo falso y sin escrúpulos es lo que hace que se transforme en un psicópata asesino.

En una parte del filme Bateman le dice a su absolutamente vacía y distante novia: “Yo hago esto porque quiero amoldarme”. Amoldarse a un mundo vacío donde este hombre solitario trata de encontrar su reflejo dando rienda suelta a sus instintos.

Así, reparamos en la elaborada y anodina retórica que emplea Bateman al comentar los éxitos musicales de la época mientras asesina a sus víctimas, él realmente no está ahí.

La única crítica que le tengo a la película es que para los que están un poco informados les parecerá bastante inverosímil la construcción del personaje psicópata. Un asesino enmarcado dentro de un esquema moral común y corriente que por momentos lo vemos frustrado, impotente, arrepentido; cualidades que nos alejan del frío comportamiento de un verdadero psicópata. Pero todo esto es admisible si lo sumamos a la magnífica actuación y al frío retrato del mundo que nos presenta.

El manejo de locaciones y la fotografía nos trasmite claramente la frialdad con que se describe ese (¿este?) mundo y sus relaciones. Tanto así que no es de extrañarnos que todos los asesinatos nos parezcan irreales, para nosotros como espectadores y dentro de la misma película; las muertes no son aceptables, las vemos pero parece que nadie se da por enterado.

El final de la película nos lleva por una vorágine de desconcierto. No sabemos con exactitud si todo lo que hemos visto fue real o imaginario. ¿Bateman imaginó los asesinatos? ¿O es que en este mundo a nadie le importa? ¿Sabemos quién es Patrick Bateman realmente? ¿A nosotros…nos importa un carajo? En un mundo donde todo son máscaras y apariencias, estamos solos tratando de amoldarnos. Quizás en el intento nos matamos los unos a otros una y otra vez.

2 Comments:

Blogger Reaño said...

El siempre gentil doctor Hannibal Lecter ,MD. me sugirió la siguiente cita de Wilde: "Ningún crimen es vulgar, pero toda vulgaridad es un crimen".
Mutatis mutandi, estoy de acuerdo en la frialdad del psicópata y su desapego por cualquier orden moral, el ideal sadeano por el kantiano, como diría Lacan...
¡Basta de monsergas!, que ya estoy hablando como psicólogo pucp: no he visto la pela pero luego de tu comentario corro a alquilarla (junto con Buscando a Nemo, que tampoco la vi).

7:36 a. m.  
Blogger Reaño said...

¡Ah! me olvidaba la parte final de la cita de Wilde: "la vulgaridad es la conducta de los demás"

7:39 a. m.  

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