BRING 'EM ON !

Todo empezó con Wolf3D. Lo jugué por primera vez en casa de guepardo y se me partió el cerebro. En esa época yo tenía una 386 y Estuardo me paso el juego en un diskette de 720kb. Era increíble, me fascinó en el acto, no sólo porque tengo mi fijación con la temática de la WWII sino porque era el primer juego donde ya no tenía que ser una estúpida navecita o el típico héroe simpaticón que rescata a la princesa... en tercera persona. Ahora veía todo a través de los ojos del personaje, tenía su piel y tenía también una ametralladora Gatling y había sangre sí, mucha sangre que salpicaba. También podía matar perritos.

Después llegó DOOM, de los mismos creadores de Wolf3D. Combinaba la acción en primera persona con un argumento sci-fi mezclado con elementos demoníacos. Más balas, armas mucho más potentes y lo mejor de todo: una motosierra, brooommmmmm!!. Sus ambientes lúgubres y su música terrorífica lo convirtieron de inmediato en un boom. Luego vino DOOM 2, una excelente secuela. En esta había un nivel que era exactamente igual a los del Wolf3D, todo un homenaje al juego que lo empezó todo.

A partir de entonces me volví un adicto insano a este tipo de juegos first-shooter. Por mis manos siguieron títulos como Hexen, Heretic, Dr. Radiaki, Descent (el primero en ofrecer un entorno 3D real) aliens, alien vs predator, y finalmente Quake; que era una versión súper mejorada del DOOM, con una temática infernal muy pero muy similar. Eso sí, nunca jugué el Duke Nuken. Me parecía una basura que después de haber estado matando nazis, mutantes y monstruos del infierno-infernal tenga de enemigos a chanchitos rosados con ametralladoras.

Luego creo que me saturé y comencé a jugar otras cosas. Juegos de estrategia tipo warcraft como red alert o age of empires, etc. También tuve otra obsesión con los juegos de ese tipo, especialmente con los de temática medieval. Pero eso es ya otra historia y muy larga además.

Mi vida con los videojuegos siguió por múltiples rumbos… RPGs, Quests, etc. andaba perdido, hasta me dio la retro-arcade y comencé a enviciarme con los juegos de nintendo, una época oscura llena de color. Hasta que hace poco tiempo llegó a mí otro juego como una señal del destino que me avisaba algo.

Return to castle Wolfenstein. La versión moderna del ya clásico y legendario Wolf3D pero con mejores escenarios, 3D real, las mismas armas (oh, mi amada Gatling) y con enemigos mucho más listos y poderosos. Regresó mi obsesión por los first-shooter y la WWII. Pero esto sólo sería un anticipo de lo que vendría.

Luego de más de 10 años iD software presenta DOOM 3. Mi computadora ya no es una 386, pero tampoco puede correrlo. Es un monstruo de juego, literalmente. Hasta hace poco había vuelto a mi onda retro y terminé de vuelta toda la saga de Wolf3D, DOOM 1 y DOOM 2, pero no era lo mismo. Los monstruos pixeleados ya no me dan miedo. La musiquita con sonidos midi parece sacada del atari.


Acabo de comprar una computadora nueva... lo primero que hago es instalarle el DOOM 3.

Han cambiado la historia ligeramente, pero es casi lo mismo: eres parte de un equipo de marines que es enviado a Marte, pero luego las cosas salen mal y… bang bang bang! Pero el ritmo del juego si ha cambiado. No es como antes, entrar a matar y disparar a todo lo que se mueva. El ritmo ha cambiado, ha madurado, tiene ahora mucho suspense. Los pasillos lucen mucho más terroríficos y la música es de NIN (!!!). La mecánica del juego también ha variado un poco, ahora tienes que conseguir pistas, códigos, activar aparatos, etc. no es sólo correr hasta el siguiente ascensor y listo, nivel completado; pero tampoco llega al nivel de dificultad de un juego Quest, es sólo para tenerte con la cabeza ocupada mientras un monstruo te cae de sorpresa y te come.

Algunos monstruos son los mismos de antes, pero la resolución con que uno los ve es otra cosa. Dan miedo carajo. Claro que lo mismo decía del DOOM original hace mil años y ahora me da risa, la tecnología entonces era otra y fácil diré lo mismo en unos años del DOOM 3. Es verdad que todavía hay cosas risibles como esa calavera con lanzamisiles, pero todo se compensa con el suspense del juego y la manera en que los monstruos te sorprenden cuando menos te lo esperas, en medio de la oscuridad.

Ahora paso mis noches avanzando poco a poco por estos corredores del mal, matando demonios que no son solamente los míos. No tengo que rescatar a ninguna princesa árabe ni salvar al planeta tierra en una navecita estúpida con sus rayos láser. He vuelto al infierno. Los cerebros de los muertos me salpican a la cara y mi motosierra ruge como nunca antes.

El mal ha renacido con el mismo espíritu, pero mucho más fuerte.

vean este video del DOOM 3, les dará una idea:


"Cuídese aquel que lucha con monstruos, porque terminará convirtiéndose en uno de ellos."

-nietzsche.